Septiembre es un buen momento y comienzo para este alud de mujeres que toman contacto con su abogado para solicitar el divorcio. Y esto lo saben todos los letrados. Buena carnada pues, que se avecina.
El entorno que nos movemos de la doble moral hace que sin previo aviso, muchas señoras, por esta época consideran que ya es el momento para solicitar el divorcio. Si antes eran los hombres que tomaban la iniciativa, el cuento ya se terminó, pues las señoras lo tienen claro, con hijos y sin hijos, y a soñar con una pensión de por vida.
¿Motivos serios? Ninguno. Irresponsabilidad total, falta de criterio y hacer caso a la vecina del quinto. Son los ingredientes de este cóctel social.
Claro está, que nuestra televisiòn pública que pagamos todos es un adefesio desde el prisma de la defensa de los valores humanos, de sensatez, de equilibrio y de cordura. Quizás sí, es la televisiòn que nos merecemos y sea el reflejo de nuestra sociedad.
Las tentaciones que nos ofrece el ente público fomenta las separaciones. Nos induce que hay que vivir a "tope". Que se puede cambiar de mujer o de hombre al instante. Que nos espera un cielo de playas en una isla del Pacífico, un hermoso y varonil amante nos aguarda con un descapotable a la puerta de nuestra casa. Que no habrá que pagar mas hipotecas......¿ Y los hijos?
Los hijos son un accidente en nuestras vidas el egoísmo y la intolerancia de los seres humanos se ve reflejada y marcada en la vida de nuestros hijos que arrastrarán de por vida trastornos mentales.
Aquello de amor para toda la vida, si que es un cuento. Aunque deseo equivocarme y pensar que de todo hay en la viña del Señor. Y no todos piensan como la vecina del quinto, ni como Televisión Española con sus amores estacionales de corazón de otoño...
El entorno que nos movemos de la doble moral hace que sin previo aviso, muchas señoras, por esta época consideran que ya es el momento para solicitar el divorcio. Si antes eran los hombres que tomaban la iniciativa, el cuento ya se terminó, pues las señoras lo tienen claro, con hijos y sin hijos, y a soñar con una pensión de por vida.
¿Motivos serios? Ninguno. Irresponsabilidad total, falta de criterio y hacer caso a la vecina del quinto. Son los ingredientes de este cóctel social.
Claro está, que nuestra televisiòn pública que pagamos todos es un adefesio desde el prisma de la defensa de los valores humanos, de sensatez, de equilibrio y de cordura. Quizás sí, es la televisiòn que nos merecemos y sea el reflejo de nuestra sociedad.
Las tentaciones que nos ofrece el ente público fomenta las separaciones. Nos induce que hay que vivir a "tope". Que se puede cambiar de mujer o de hombre al instante. Que nos espera un cielo de playas en una isla del Pacífico, un hermoso y varonil amante nos aguarda con un descapotable a la puerta de nuestra casa. Que no habrá que pagar mas hipotecas......¿ Y los hijos?
Los hijos son un accidente en nuestras vidas el egoísmo y la intolerancia de los seres humanos se ve reflejada y marcada en la vida de nuestros hijos que arrastrarán de por vida trastornos mentales.
Aquello de amor para toda la vida, si que es un cuento. Aunque deseo equivocarme y pensar que de todo hay en la viña del Señor. Y no todos piensan como la vecina del quinto, ni como Televisión Española con sus amores estacionales de corazón de otoño...
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