domingo, 18 de noviembre de 2007

ENTRE JUECES Y ABOGADOS...PREPOTENTES Y LA VIOLENCIA DE GÉNERO


Lejos está en el tiempo cuando el decano de los abogados comentaba un tema jurídico. Su opinión pública era respetada moviendo incluso los pilares de la jurisprudencia. Cualquier hecho social tenia una repercusión en todos los estamentos públicos. Era el portavoz de todos los abogados y como tal se le respetaba y se le escuchaba.
Actualmente son los jueces los que exponen sus criterios y protagonismo. Pero sin ahondar sobre los temas que le interesa a la sociedad.
¿Que es lo que le interesa a la sociedad?
Simplemente : Que se haga justicia
Me voy a referir a un tema de continua actualidad : LA VIOLENCIA DE GÉNERO.- léase también violencia machista, violencia sexista....
Pocos son los abogados y jueces que se hayan rasgado las vestiduras en el tema de -violencia de género o violencia sexista. Todo ello tiene un componente que nos lleva a una discriminación total de un sexo contra el otro en vez de partir de la base de que existen en nuestras leyes, suficiente jurisprudencia, para condenar todo tipo de violencia, sexista o no. Evitando la fractura social que la violencia de género protagoniza desde su inicio.
Con esta base, "Los hombres son los malos y las mujeres las buenas", no iremos a ningún lado. Y la Justicia tiene la obligación de enmendar tales equívocos. ¿Somos todos iguales ante la ley o no lo somos.?
Socialmente se trabaja para una igualdad, pero judicialmente se está creando una atmósfera partidista de jueces y fiscales hacia un solo sexo llevando los temas familiares contra el varón, tenga o no tenga razón, si acaso, verdaderamente se le escucha.
El matrimonio se ha convertido en una explotación, o quizás en un negocio, y en un alud de peticiones, con respuesta a solicitudes de partidas económicas porque así se consiente judicialmente. Y los hijos forman parte de este conglomerado de explotación, la mayoría de las veces, por uno o ambos cónyuges y la ley...lo consiente en un vació de silencio.
El divorcio es un trauma cuando no debería serlo.
¿Pensamos de verdad, que con estas actitudes, no digo todos los jueces, pero si de una gran mayoría, vamos a erradicar la violencia?
Habría que determinar, si la violencia tiene algún factor genético que nos haga pensar que el varón es desde su nacimiento hereditario de nefastas agresividades hacia el sexo opuesto.
Quizás, deberíamos preguntar a las madres que tienen hijos varones, que piensan del tema, que aunque están en silencio, me atrevo a decir, que están muy lejos de las atrocidades judiciales que se comenten día a día sobre el hombre.
La sociedad para ir avanzando tiene que disponer de unas leyes justas y jueces responsables, sin prepotencias, que algunos parecen enamorados de si mismos, con el espejo al revés y se olvidan que están al servicio de la sociedad y esta misma sociedad es la que les paga la nómina todos los meses. Mas humildad, menos prepotencia y saber... escuchar.
Para erradicar la violencia se debe partir de leyes justas y una educación básica en la escuela sin discriminación de sexo y de respeto mutuo a la vez, buscar los motores reales de esta violencia que suele ser principalmente la cuestión económica de fondo y por último : Los hijos.
¿Los hijos? ¿A quien le importa los hijos Sr.Juez?
Cada vez estoy mas convencido que los tribunales de justicia son inoperantes para los litigios familiares de divorcio. Deberían crearse centros con especialistas en psicología, psiquiatría y todo quien pueda por su formación ayudar a reajuntar en primer lugar, y una vez agotadas todas las vías, ayudar a buscar los mejores caminos para los hijos y también para los cónyuges. La cuestión de los conyuges merece un capítulo aparte, pues la raíz de las violencias viene determinado en su mayoría de los casos en las injusticias que se cometen sobre uno de ellos y me refiero en sus cuestiones económicas. Mantener el patrimonio familiar en su justa medida en todos los aspectos. Que los conyuges puedan realizar una nueva vida sin ser esclavizados por uno o por el otro de por vida como sucede en la actualidad. Y que los hijos tengan el amparo de los padres y no de jueces partidistas.
La problemática de los hijos debe solucionarse, en la mayoría de los casos, sin ningún temor, y con valentía en una guardia y custodia compartida. Lo que se hizo con amor en un tiempo determinado no puede ser utilizado como arma letal contra el otro cónyuge. Padre y madre tienen y deben tener trato igualitario frente a la ley y por respeto a los hijos. Y deben seguir siendo padres.
Estamos en una situación que la justicia, los hombres de la toga negra, empeoran las situaciones en la mayor parte de los problemas familiares y lo peor, de por vida, en la mayoría de los casos. En vez de solucionar los problemas familiares, los matrimonios se ven abocados a la incomprensión, al deterioro de la convivencia y a la injusticia y ambos cónyuges salen peor que cuando entraron, con menos dinero, con mas problemas, y con hijos....¿hijos?.- hijos sin padres.
Los problemas familiares se deberían resolver, lejos de la justicia ordinaria. Pues lo que es una ruptura de contrato amoroso con tintes económicos no puede ser tratado ante la justicia como un delito de grandes y desproporcionadas dimensiones en las que unas veces es el hombre y otras menos, es la mujer, que aparecen como unos peligrosos delincuentes ante un tribunal que les acongoja.
Los actos de violencia sí, deben ser juzgados, por los tribunales de justicia. Todo ello siempre sin diferencias de sexo, nacimiento o color. Para ellos hay leyes. Que se cumplan.
Yo, no es que no crea en la justicia, simplemente estoy convencido de que quien gana es quien mejor sabe mentir y/ o, dispone de un mejor abogado, me refiero exclusivamente a la problemática familiar, sin ningún lugar a dudas, donde los hijos, los bienes privativos o conyugales, el trabajo y los sentimientos, forman un conglomerado difícil de juzgar y mal juzgar por los elementos que hoy disponemos.
Por si acaso, a mi hijo Jordi, en principio, le aconsejaré que "no se case"; que ame a la mujer de sus sueños, ya que la mujer es un preciado don de la naturaleza, a la que hay que amarla y respetarla, pero, en el panorama actual, le perjudica en todo y por el simple hecho de nacer varón la ley le desproteje. Mejor dicho, y hablando claro. La ley le ha condenado.
Detrás de mi hijo Jordi, existen muchos Jord´s, Juan, Antonios, Miguel, Luises, Alfredos, Carlos, Esteban, Ignacios, Josés, Javier, Alfonsos...
¿Sr.Juez, de verdad, todos estos niños son malas personas o quizás la justicia los convierta en seres malvados en un futuro inmediato?
¿Quizás tengamos que ir al cine sentándonos a un lado los hombres y al otro lado las mujeres?
Un beso Jordi de tu papá y sigue soñando con los angelitos y con spíderman, pero no vuelvas a caerte de la cama. Papá seguirá luchando con palos y palitos por una justicia ciega pero no idiota.

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