lunes, 19 de noviembre de 2007

EL HOMBRE ES IDIOTA DESDE QUE NACE




El varón desde que nace tiene un lento despliege de facultades, que si bien evoluciona no la hace al compás del género opuesto.
Mientras el varón se contenta (engañado), por su madre-mujer y juega con una simple caja de cartón, poniéndose dentro, otras, dándole vueltas, girándola y que puede pasarse una eternidad...la niña, a su misma edad empieza a cambiar los pañales a sus muñequitas que hacen pis.
Al transcurrir el tiempo el niño cambia la caja por el balón del que es capaz de pegar patadas hasta su mayoria de edad. Luego, contemplará como otros las dan por el.
La niña ya ejerce de protagonista en pequeñas obras de teatro en la cual siempre muere de amor al no ser correspondida por su principe azul.
La niña se ha convertido en mujer. No juega a las muñecas ni busca a ningún principe azul. Tampoco muere de amor. Ni tampoco se lo cree.
El varoncito se ha convertido en hombre y sin dejar el balón, al que le sigue dándole patadas, se convierte en un romántico apasionado del sexo contrario, con una pasión desbordante marcado por la naturaleza.
Ya hombre, que se cree un bípedo inteligente se separa de su madre -mujer, para caer en la trampa esposa-mujer
La esposa -mujer prolonga el papel de la madre-mujer. Idiotiza el varón, en otras palabras. Hace de él y consigue, lo que quiere y lo que le de la gana.
Los varones, de forma obsesiva, llenan los campos de fútbol....viéndose detrás de un balón que no cesa de dar vueltas como la vida misma. Si bien es cierto, que sigue soñando "romanticismo"
La esposa-mujer es independiente, siempre lo ha sido, el varón es dependiente, siempre lo ha sido y siempre lo será.
El varón dale que dale al balón, mientras la esposa mujer dejó su romanticismo al lavar por última vez, el muñequito que hacía pis.
Por esto se dice que, detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer.
El hombre está condenado desde su nacimiento a una dependencia madre-mujer y esposa- mujer. La mujer no necesita la dependencia de un varón, se basta a si misma, por ello son las mujeres las que mandan aunque no lo parezca. No necesitan demostrarlo. Ellas saben que con una caja de cartón o un balón tienen contento al varón.
Ellas, la esposa - mujer, no precisan la fuerza de pegarle patadas a un balón, las llevan bien puestas...

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