lunes, 19 de noviembre de 2007

EL DIA QUE TU NACISTE.


Llegaste al mundo en el 2004. Un mundo difícil, muy complicado, aunque siempre ha sido así. Los humanos tenemos la facultad de complicarlo todo. Lo mas insignificante lo hacemos complejo y al revés, lo difícil lo hacemos sencillo.
.
En este mundo que aterrizaste, observarás, que las cosas, no todas son buenas, pero tampoco son tan realmente dramáticas.
Distintas generaciones se han enfrentado a un mundo evolutivo y perfeccionista que por otra parte ha potenciado la pobreza y marginación de millones de seres humanos.
Tu has tenido la oportunidad de nacer en la unión de naciones. En La Europa rica y fértil. En la Europa del Euro, del bienestar. De la leche y la mantequilla en abundancia. La Europa de los estados proteccionistas. Todo o casi todo está controlado. Potentes ordenadores controlan los ciudadanos europeos en todas las facetas de su vida. Estamos, hijo mio, super vigilados y por esto, mal dicho, nos declaramos países esencialmente libres y democráticos. Los demás no cuentan. Pero vayamos a lo nuestro de que esto ya hablaremos mas adelante. Diecinueve horas estuviste en trance de salir o no salir del sufrido vientre de tu madre
La comadrona, una peruana de importación, si no recuerdo mal, le decía a tu madre que -pujara- y así, lo hacía con unos soplidos dignos de gaiteros escoceses. Tu sabes cariño, lo que es empujar o -pujar- durante diecinueve horas. Tu padre, el de aquí presente, con su bata verde esmeralda, un gorro tipo hongo arrugado y cubiertos los zapatos del mismo tejido, de pié, detrás de tu madre, haciendo continuos soplidos de acompañamiento, ella, que bien acalorada, medio desmayada y rodeada de tubos, que vete a saber para que servían, soplaba y soplaba y yo a su lado, hasta que te dignaste a sacar la cabeza poco a poco a las tres de la madrugada cuando el que estaba para caer desmayado era yo, tu padre, que indudablemente no te parió, pero como si lo hubiera hecho.
Vinisteis a "sustituir," a una hija, que es lo que mas quise y quiero en mi vida, una hija que me arrebataron, si me la arrebató el destino y este mismo destino cruel hizo traerte a mis brazos.
Contigo volví a nacer y creer en los milagros.
¡Bienvenido mi amigo e hijo Jordi!

No hay comentarios: