Me recuerda Ud., mis tiempos de niñez, cuando un profesor ponía frente a la clase al guapo, enchufado, el bien peinadito, al chivato, para vigilar los posibles desmanes de los niños, que supuestamente eran los despeinados, burlones, mal educados y tantos adjetivos que Ud., quiera y desee poner frente a la comitiva de adolescentes.
Estos alumnos, Sra., Pajin, son en la actualidad, abogados, jueces, médicos, enfermeras, ingenieros, electricistas, que... por Dios, nadie duda de su inteligencia y verborrea política, revanchista y de altos cuotas de prepotencia. La humildad, por cierto no es un don que Ud., domine, ni tampoco de ninguno de su corporación, pero, déjeme, con todos los respetos, volver a decir que Ud., me recuerda aquella época del chivatazo como exponente de la incapacidad para dirigir a un grupo de escolares.
Ahora hemos madurado todos y los que no nos dedicamos al trapicheo de la política, ni nos mueve ningún afán de lucro, ni estamos al sillón del psiquiatra para exponer nuestros incontrolables deseos orgásmicos de poder; no podemos aceptar, ni de Ud., ni de nadie, que nos imparta lecciones de chivatazo para perseguir por toda la península ibérica a los fumadores, alentando desde este hermoso y acomodado sillón del que Ud., dispone, para lanzar proclamas de persecución y denuncia a los echadores de humo.
Hay que tener tablas en la política, ganas de servir, (no de enriquecerse), no desdeñar al débil, saber escuchar al pueblo, humildad, sacrificio y trabajo. Déjese señora Pajin, de butacones acomodados, el de Ud., y de otros servidores a la caridad de si mismo, déjense de egolatrías, rencillas y falsos abandonos, todo por un sillón. El país, el ciudadano, merece un respeto, señora ministra.
Lo que Ud., ha hecho es grave. Convertir a toda una nación a ejercer la prostitución del chivatazo, es grave señora ministra y que venga del rancio poder, aún más.
No estamos, señora Pajin, en la época de los comunistas de la época bolchevique, y menos cuando su partido pertenece a la mismísima derecha. (Aunque aparenten lo contrario) Lo malo y vergonzoso no es ser de derechas o de izquierdas. Lo malo es ocultarse detrás de unas siglas y hacer la política de signo contrario, lo malo es decir una cosa y hacer otra. Lo malo es engañar al ciudadano y de estos Uds., tienen una larga trayectoria que lo avalan como la campeona de la Champeons ligue.
Me entristece que un ministro o ministra sea comodín de carteras ministrables. Esto ya demuestra, que en su partido ya no existen mas personas que puedan superar el escaño cultural y político que demanda el pueblo español y que Ud. ha puesto el listón a máxima altura de la estupidez.
Creo, que Ud., ocupa el cargo por sus propios meritos, no como otros que están a su lado por amistad o por el índice diestro. De todo debe haber, pero que no es su caso, creo yo, no sé. Quizás sin darme cuenta he puesto la zanca. Lo siento. Que Dios le dé muchos años de salud y de lucidez.
¡Ah! Perdone que un ciudadano de calle se halla atrevido a dirigirse a Ud., excelencia.
1 comentario:
A mi me parece que son todos iguales, no miran por los trabajadores, miran por ellos, quien da más.
Vergüenza deberían de darle que ellos están ocho años en la política y ya pueden cobrar una generosa pensión y a nosotros, pobres trabajadores, nos lo están escatimando.Que al paso que vamos nadie va tener 37 años cotizados, que la mayoría se pasa mas tiempo en el paro que trabajando y luego quitan lo de los cuatrocientos miseros eurosss. Vamos como veras me siento muy ofendía y estafada. Besos
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