miércoles, 22 de diciembre de 2010

CARTA A SUS MAJESTADES LOS REYES MAGOS



En varias ocasiones me he propuesto escribirle una carta, exponiendo mis peticiones y cada año que transcurre, me quedo un poco en blanco. Son tantas cosas por pedir que temo aburrirle con mis deseos. Son deseos que tengo a final de cada año, lleno de buena voluntad y buenos propósitos. Pero al final se quedan en simples deseos

Quizás Sr. Rey, Ud. me pueda ayudar. Soy poquita cosa en este mundo, para poder decidir y cambiar las cosas, pero creo que existen cada vez mas personas, intentando cambiar el mundo globalizado, por un mundo mejor. No basándose en términos económicos o de rivalidad, sino en términos humanos y de cultura.

Le pediría, Señor Rey mago, que me trajera un poco mas de felicidad para esta gente del mal llamado tercer mundo. Para que todos tengan un plato encima de la mesa para comer, que los hijos puedan ir a la escuela, que las familias tengan una casa digna. Es muy importante Señor Rey, que estos niños tengan las mismas oportunidades que los niños de Francia, España o de los Estados Unidos. Todos nacimos de madre, pero no todos somos iguales. La naturaleza nos hizo iguales, los hombres pusieron barreras a la inteligencia y empezó a reinar la codicia, la competitividad, el miedo, la inseguridad, el desprecio y el orgullo.

También, Señor Rey, desearía pedirle, que los seres humanos tengamos mas oportunidad de conocernos y podamos intercambiar nuestras ideas sin el uso de las armas, sin el uso de la violencia.
Que la palabra sea el único vinculo de entendimiento. Que las universidades sean auténticos focos de cultura, basadas en el diálogo. La cultura nos hace mas libres, más comprensivos. Debemos expandir la cultura a todas las clases sociales, al diálogo, al entendimiento, a la sensibilidad recíproca.

Otro deseo señor Rey, es que el maltrato, todo tipo de maltrato, sea exterminado de nuestro planeta, ya que la dignidad del ser humano debe estar por encima de las creencias religiosas, política y de sexo. Basándose la relación en el respeto e igualdad entre un hombre y una mujer.

Existe otra humillación, más perversa, mas cruel, que ofende la dignidad humana, en el que todos debemos estar comprometidos para erradicar el abuso a los niños. Si deseamos un mundo mejor, es a través de atesorar la inocencia de los niños.

La última Señor Rey debe estar basada en el reparto de la riqueza y no de la pobreza. Hay que repartir el bienestar, conservando los recursos que la madre naturaleza nos ofrece. Respetando la naturaleza, nos respetamos a nosotros mismos y ofrecemos una hermosa herencia a nuestros hijos.

Nada mas que pedirle, que un mundo más equitativo, donde todos podamos abrazarnos, sin distinción de raza, cultura y poder económico. Un mundo donde cabemos todos y que, la navidad tiene doce meses, con sus semanas, días y horas. La navidad es cada segundo de nuestras vidas y en este segundo de cada una de nuestras vidas, lo más importante es... vivir con dignidad.

1 comentario:

Lembranza dijo...

Me uno a ti en tus deseos, ojala alguno de ellos se cumpla aunque no sea del todo. Feliz Año, espero que este año sea tu encuentro con Jordi. Un abrazo