jueves, 14 de enero de 2010

EL TERROR DE H1N1 Y EL SIDA.



EL TERROR de H1N1 y el SIDA.

Hoy comprobamos que una de las formas de ganar dinero es basándonos en el terror. El terror siempre ha dado buenos beneficios y a sido aprovechado por empresas y políticos, en la guerra y en la paz.. En otros tiempos... el terror a Rusia, el terror al comunismo, el terror a los masones, el terror a la enfermedad, el terror.. Quien sabe orientar este factor del miedo, obtiene buenos beneficios. Las industrias farmacéuticas que ha empleado todos los recursos para vender millones de dosis de una vacuna que se supone, que no sirve para nada y que ha sido adquirida a escala planetaria, con el beneplácito y apoyo de la Organización Mundial de la Salud. Los estados, siguiendo las recomendaciones de la OMS, se vieron abocados a realizar compras masivas de la vacuna para hacer frente a la tan temible enfermedad vírica: H1N1.

También, cabe sospechar, las posibles repercusiones negativas que puede tener para la gente que optó, siguiendo las recomendaciones de los estados y de la OMS, inyectarse la correspondiente vacuna. Repercusiones que están por ver ya que no sabemos hasta donde puede llegar, su ineficacia y como reaccionara el metabolismo de los ciudadanos vacunados a corto y medio plazo. Es de prever que los bufetes de abogados habrán tomado nota.

De todos modos, bien sería, comprobar y tener un seguimiento en las personas que se vacunaron contra la gripe H1N1, inducidas por el terror, primero de la OMS y luego de los propios estados.

Las pandemias han existido a lo largo de la historia de la humanidad. Han causado millones de muertes. ¿Qué credibilidad tendrá la comunidad científica nivel planetario para la próxima eventualidad posible de gripe? ¿Cómo reaccionarán los ciudadanos?

Los laboratorios de estas industrias farmacéuticas son los responsables de la expansión de virus. Comprobando que con el terror se puede ganar mucho dinero. No se trata de curar las enfermedades si no de ralentizarlas para que sigan consumiendo constantemente las medicinas que nunca le curarán. La enfermedad da dinero, la curación es la miseria y el fracaso en las acciones bursátiles de la industria farmacéutica. No interesa salvar vidas, hay que mantener a los vivos medios muertos. Es la mafia de la vida y la muerte. La misma industria crea los monstruos precisos para causar el terror. Ayer, se llamó “SIDA, hoy H1N1,” la cuestión es crear virus que ya son fáciles de hacer, la experiencia nos viene de la guerra bacteriológica, mucho peor que la propia guerra nuclear.


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