martes, 15 de marzo de 2011

PROYECTO, FAMILIA E INCOHERENCIAS


En la vida, no importa el punto de partida, ni de dónde vienes, lo verdaderamente importante es saber a dónde vas y con quién vas.

La vida es un camino sin retorno. Pero es un camino y hay que recorrerlo. Algunos se quedan, como los viejos trenes abandonados a medio de la vía. Otros carecen de la suficiente energía o se equivocan de ruta. Pero el fin, a todos nos iguala.

La vida en pareja es otra cosa. Es un proyecto común que nada tiene que ver con los hijos. Es un proyecto de vida. Los hijos son prestados. Un día alzan el vuelo y hacen su vida. La pareja sigue. Están formados o debieran estar formados por un camino de paralelos. Van juntos, pero no se entrecruzan. No se entorpecen, pero van contiguos en esta caminata corta, mas corta de lo que pensamos, lo que llamamos, camino de la vida.

No advertimos que el tiempo es un pequeño vacío de la mente y sin darnos cuenta llegamos al final, cogidos de la mano. El tiempo transcurrido es una simple vuelta en la noria de la feria en términos cósmicos. La vida es esto, camino, mientras todo gira a nuestro alrededor.

Nadie sabe el significado de la vida. Nadie y nada. El raciocinio nos lleva a la demencia de los gestos, de los sueños, de la paranoia de nuestra propia existencia. La pareja humaniza este camino de confusión. La pareja ayuda a sortear los distintos percances y separar los guijarros del camino para un andar más llevadero y seguir, con las velas extendidas.

Hay que sortear muchas olas de mares encabritados. Nos encontraremos con el camino desdibujado, el sol nos abrasará, el frío abrirá nuestras carnes y en nuestro entorno, nacen y desaparecen nuevas familias. No todas llegan a buen fin. Unos por falta de madurez otros por incoherencia, otros por engaño. Tener una mano amiga para recorrer el camino no es fácil, hay que poner empeño, firmeza y mucho amor.

Con sol y sus lunas, con sus aguaceros y sorteando los obstáculos que nos depara la vida. Sin estos obstáculos, la vida, no se llamaría vida. Es el proyecto de dos seres que saben a donde quieren ir, sin espejismos, sin nostalgias, van andando y deteniéndose en las estaciones de la vida. En este camino, uno se ayuda al otro, sin dejar de andar, porque forman parte de un sólo proyecto común.

En esta riqueza de aprender, reír conjuntamente, de escuchar los diversos tonos del pensamiento es lo que forma la riqueza de entendimiento y de la pareja. Es el disfrute del aprendizaje de la alegría y del dolor. Es un aprendizaje continuo, donde se aprende uno del otro y en el que cada día hay que saberse la lección. Las correcciones se basan en el intelecto y en el raciocinio, en la madurez y la esperanza, todo bien atado, es amor.

El camino no está hecho para débiles, fracasados, dudosos, gente de carácter variable o enamoradiza, buscones del tres por cuatro, inseguros, oportunistas, estacionarios, engañadores, infiltrados.

En la vida, no importa el punto de partida, ni de dónde vienes, lo verdaderamente importante es saber a de vas y con quien vas.

1 comentario:

La abuela frescotona dijo...

maravilloso escrito, mucho me llega muy adentro en el corazón, y la razón. con el nido vacío, los hijos, y nietos que llegan de visita, ya lo creo que lo que importa es saber llegar.
dejo mis saludos a Jordi