sábado, 20 de marzo de 2010

¡¡AMÉRICA, AMÉRICA!!



¡¡AMÉRICA, AMÉRICA!!


Quisiéramos ser amigos de los Estados Unidos. Quisiéramos hablar de tú a tú con el pueblo norteamericano. Quisiéramos hablar de los ideales-no del pueblo americano-, sino de la Humanidad. Deseamos hablar – no de guerra- sino de libertad. Quisiéramos hablar con el pueblo americano, que todos vivimos en un único mundo y la riqueza no sólo le pertenece al pueblo americano. Es... de todos.

Se le debe decir al pueblo americano, que la crisis, las guerras son “realidades” creados por el pueblo americano y que sufre toda la humanidad. Hay que hacer recordar al pueblo americano, que la libertad y la democracia no son propiedad exclusiva del pueblo americano. Se le debe decir al pueblo americano, que el mundo padece hambre, destrucción, muerte, guerras, sed... porqué así lo crea el gran capital americano

Hay que decirle al pueblo americano, que el mundo, no es propiedad de los Estados Unidos. Hay que hacerle entender a los Estados Unidos, que la violencia crea violencia, que el hambre crea muerte de niños, de mujeres, de ancianos.

Deseamos hablar con el pueblo americano, para explicarle que el mundo quiere Paz y respeto a los pueblos.

Hay que decirle al pueblo americano que escuche al mundo; que no desea falsos lideres democráticos. El mundo pide: Paz

Se le debe explicar al pueblo americano, que el mundo quiere diálogo para solucionar los problemas de la humanidad. Se le debe explicar que el dialogo y la paz no se sustenta en bombas nucleares y miedo.

Hay que explicar al pueblo americano, que el mundo no necesita un país líder para dirigir los destinos de la humanidad. El mundo tiene sus propios lideres, lideres sin bandera, sin fronteras, sin armas.

El mundo quiere, pueblo americano, cambiar las armas por una cultura de la inteligencia. Cambiar una bala mortífera, por un trozo de pan. Cambiar un fusil por una escuela, cambiar un tanque por un hospital, cambiar un avión de combate por casas para los necesitados. Cambiar la beligerancia por la tolerancia. Cambiar la enfermedad por la vida. La pobreza con el repartimiento de la riqueza. Cambiar los soldados por niños que aprendan en las escuelas. Enseñarles el camino de la cultura es enseñarles el camino de la Paz, del dialogo y de la esperanza de un mundo mejor bajo una sola bandera.

Hay que recordarle al pueblo americano que un niño americano es tan valioso para la humanidad, que un niño africano, y que una madre americana es tan valiosa para la humanidad como una madre de Irak; que tan doloroso es un padre que pierde a sus hijos por una bomba con patente americana en palestina, como un judío pierde a sus hijos bajo un arma letal. El dolor no tiene fronteras, la Paz, tampoco.

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