martes, 10 de marzo de 2009

EL TELEVISOR DE LOS POBRES




La economía mundial entra en pleno desarrollo negativo a una velocidad de vértigo.. Industrias, fabricas, van cerrando. Las clases medias se hunden y los bomberos económicos van inyectando dinero a las entidades bancarias, dinero del ciudadano que apenas puede pagar sus impuestos. Todo se ha vuelto al revés. El paro bate cifras record y el dinero ha desaparecido de las familias. Comedores colectivos están incrementándose por autentica necesidad, en muchas ciudades europeas. Nuestro egoísmo individual ha dado al traste con muchas ilusiones, ahora hay que entender y comprender que no eran ilusiones, sino explotación colectiva. Nos vendieron humo y una escala de valores inmorales.

Tengo claro que el sistema capitalista a tocado fondo. No se puede soportar que solo vivan los ricos con el esfuerzo de los pobres y pobres lo somos todos, los que tenemos un televisor de plasma, un móvil de última generación y si no vean que la pobreza del tercer mundo, tienen televisor a color y siguen siendo pobres.

Estamos en un mundo vergonzoso e intolerable que se deje a millones de seres humanos sin derecho a comer, es intolerable que sigamos sembrando en África y Latinoamérica la miseria mas descarnada que trae el capitalismo. Parece que las muertes por hambre y enfermedades, mientras no sean a nuestros porpios hijos nos da igual. Es la doble moralidad que tenemos.

Los avances de la ciencia deben ir junto al avance de la humanidad y al servicio de la misma. Pero, también, no podemos olvidar los valores humanos, Hay que potenciar los valores individuales. No podemos aceptar ni apoyar los avances si no existe en paralelo una aceptación moral, una valoración moral y de respeto para todos los seres humanos.

La tierra es para todos y de todos y el fruto de la misma pertenece de herencia a toda la humanidad, no a unos pocos solamente. La explotación de los seres humanos ha de tener su fin y dedicarse a potenciar la mente de los individuos con nuevos destinos del pensamiento humanitario. Nuevos objetivos de paz, de convivencia y de justicia. Pertenecen al presente, para el desarrollo y comprensión de todos los que vivimos en el mismo mundo.

Al pueblo hay que hablarle claro. Hay que hablar al mundo de que el chantaje en base de armamento nuclear está obsoleto. Hay que hablar de la libertad de los individuos, de justicia y reparto del fruto de la tierra. No podemos aceptar de modo alguno las desigualdades entre seres humanos. No podemos aceptar que unos niños no tengan escuelas, ni medicinas, ni casa, ni comida, ni... Mientras otros disponen de casa caliente, comida en abundancia, todo tipo de artilugios de juego, medicinas gratuitas... Hay que hablarles claro y decirles que esto, no les pertenece del todo, que para que dispongan este nivel de vida, otros pueblos de África y paises como, Nicaragua, Brasil, El Salvador, Guatemala... No tienen nada. Solo hambre y sufrimiento y muerte.

La escalada del capitalismo nos ha llevado al infierno, al egoísmo de los individuos. A querer cada día mas, de lo mismo. Seres insaciables que repercuten negativamente, en primer lugar en sus propios hijos. La riqueza de unos se ha conseguido en base a la pobreza de otros.

En el mundo cabemos todos y con nuevos valores podemos liberarnos de la miseria y de la explotación que se ve sometida la humanidad constantemente. Somos libres de pensamiento y debemos ser libres en nuestros actos y disponemos de la capacidad para realizar este sueño que todos tenemos en nuestra mente. Un mundo mas justo y equitativo. Un televisor de color sigue siendo un arma infantil en manos de la pobreza. Debemos tener una conciencia humanitaria.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me llamo la atencion eso del "nos venden humo". Que gran verdad!

Uno e los modos de vencer al capitalismo es aprender a decir que no a tantas cosas innecesarias. Quizas, lo que copio a continuacion puede ayudar a alguien.

Luis


Cuaresma: 40 días, 40 ideas del Papa

Proponemos 40 frases extraídas de los mensajes que Benedicto XVI ha dirigido a los cristianos con motivo de la Cuaresma desde que ocupa la sede de Pedro

1. Que en cada familia y comunidad cristiana se valore la Cuaresma para alejar todo lo que distrae el espíritu y para intensificar lo que alimenta el alma y la abre al amor de Dios y del prójimo. Pienso, especialmente, en un mayor empeño en la oración, en la lectio divina, en el Sacramento de la Reconciliación [la confesión] y en la activa participación en la Eucaristía, sobre todo en la Santa Misa dominical. (2009)

2. El ayuno es una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él. (2009)

3. El verdadero ayuno, repite en otra ocasión el divino Maestro, consiste más bien en cumplir la voluntad del Padre celestial, que “ve en lo secreto y te recompensará” (2009)

4. Si, por lo tanto, Adán desobedeció la orden del Señor de “no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal”, con el ayuno el creyente desea someterse humildemente a Dios, confiando en su bondad y misericordia. (2009)

5. Ayunar es bueno para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una “terapia” para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios. (2009)

6. Esta antigua práctica penitencial, que puede ayudarnos a mortificar nuestro egoísmo y a abrir el corazón al amor de Dios y del prójimo, primer y sumo mandamiento de la nueva ley y compendio de todo el Evangelio. (2009)

7. La práctica fiel del ayuno contribuye, además, a dar unidad a la persona, cuerpo y alma, ayudándola a evitar el pecado y a acrecer la intimidad con el Señor. (2009)

8. Privarse del alimento material que nutre el cuerpo facilita una disposición interior a escuchar a Cristo y a nutrirse de su palabra de salvación. Con el ayuno y la oración Le permitimos que venga a saciar el hambre más profunda que experimentamos en lo íntimo de nuestro corazón: el hambre y la sed de Dios. (2009)

9. El ayuno nos ayuda a tomar conciencia de la situación en la que viven muchos de nuestros hermanos (...).Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos concretamente que el prójimo que pasa dificultades no nos es extraño. (2009)

10. Privarnos por voluntad propia del placer del alimento y de otros bienes materiales, ayuda al discípulo de Cristo a controlar los apetitos de la naturaleza debilitada por el pecado original, cuyos efectos negativos afectan a toda la personalidad humana. (2009)

11. “Quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos al que le súplica” (San Pedro Crisólogo). (2009)

12. Que la Virgen María, Causa nostræ laetitiæ, nos sostenga en el esfuerzo por liberar nuestro corazón de la esclavitud del pecado para que se convierta cada vez más en “tabernáculo viviente de Dios”. (2009)

13. La Cuaresma nos ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, y nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos. (2008)

14. La limosna representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. (2008)

15. ¡Cuán fuerte es la seducción de las riquezas materiales y cuán tajante tiene que ser nuestra decisión de no idolatrarlas! (2008)

16. No somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un instrumento de su providencia hacia el prójimo. (2008)

17. Socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad. (2008)

18. No hay que alardear de las propias buenas acciones, para no correr el riesgo de quedarse sin la recompensa en los cielos (2008)

19. La limosna evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la caridad, la virtud teologal que exige la conversión interior al amor de Dios y de los hermanos, a imitación de Jesucristo, que muriendo en la cruz se entregó a sí mismo por nosotros. (2008)

20. Quien sabe que “Dios ve en lo secreto” y en lo secreto recompensará, no busca un reconocimiento humano por las obras de misericordia que realiza. (2008)

21. Cuando actuamos con amor expresamos la verdad de nuestro ser: en efecto, no hemos sido creados para nosotros mismos, sino para Dios y para los hermanos (2008)

22. Cada vez que por amor de Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo necesitado experimentamos que la plenitud de vida viene del amor y lo recuperamos todo como bendición en forma de paz, de satisfacción interior y de alegría. El Padre celestial recompensa nuestras limosnas con su alegría. (2008)

23. La limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos. (2008)

24. Podemos aprender [de Cristo] a hacer de nuestra vida un don total; imitándolo estaremos dispuestos a dar, no tanto algo de lo que poseemos, sino a darnos a nosotros mismos. (2008)

25. Que María, Madre y Esclava fiel del Señor, ayude a los creyentes a proseguir la “batalla espiritual” de la Cuaresma armados con la oración, el ayuno y la práctica de la limosna (2008)

26. La Cuaresma es un tiempo propicio para aprender a permanecer con María y Juan, el discípulo predilecto, junto a Aquel que en la cruz consuma el sacrificio de su vida por toda la humanidad (2007)

27. En el misterio de la cruz se revela plenamente el poder irrefrenable de la misericordia del Padre celeste. (2007)

28. Miremos a Cristo traspasado en la cruz. Él es la revelación más impresionante del amor de Dios (...). En la cruz Dios mismo mendiga el amor de su criatura: tiene sed del amor de cada uno de nosotros. (2007)

29. El Todopoderoso espera el «sí» de sus criaturas como un joven esposo el de su esposa. (2007)

30. Sólo el amor en el que se unen el don gratuito de uno mismo y el deseo apasionado de reciprocidad infunde un gozo tan intenso que convierte en leves incluso los sacrificios más duros. (2007)

31. La respuesta que el Señor desea ardientemente de nosotros es ante todo que aceptemos su amor y nos dejemos atraer por él. (2007)

32. Vivamos, pues, la Cuaresma como un tiempo «eucarístico», en el que, aceptando el amor de Jesús, aprendamos a difundirlo a nuestro alrededor con cada gesto y cada palabra. (2007)

33. El apóstol Tomás reconoció a Jesús como «Señor y Dios» cuando metió la mano en la herida de su costado. No es de extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el Corazón de Jesús la expresión más conmovedora de este misterio de amor.

34. Cristo «me atrae hacia sí» para unirse a mí, a fin de que aprenda a amar a los hermanos con su mismo amor. (2007)

35. De ningún modo es posible dar respuesta a las necesidades materiales y sociales de los hombres sin colmar, sobre todo, las profundas necesidades de su corazón. (2006)

36. Quien no da a Dios, da demasiado poco. (2006)

37. Es preciso ayudar a descubrir a Dios en el rostro misericordioso de Cristo (2006)

38. Mientras el tentador nos mueve a desesperarnos o a confiar de manera ilusoria en nuestras propias fuerzas, Dios nos guarda y nos sostiene. (2006)

39. La Cuaresma es el tiempo privilegiado de la peregrinación interior hacia Aquél que es la fuente de la misericordia. Es una peregrinación en la que Él mismo nos acompaña a través del desierto de nuestra pobreza (2006).

40. Aunque parezca que domine el odio, el Señor no permite que falte nunca el testimonio luminoso de su amor. A María, «fuente viva de esperanza», le encomiendo nuestro camino cuaresmal, para que nos lleve a su Hijo.