viernes, 13 de agosto de 2010

TOROS SI, TOROS NO



TOROS SÍ, TOROS NO

La polémica suscitada por la prohibición de la fiesta taurina en una zona de España, concretamente en Catalunya, ha suscitado opiniones de todos los colores. Y a levantado ampollas en diversos círculos de la sociedad cultural y política del país. Incluso los partidos políticos han opinado en llevar a los tribunales dicha prohibición y otros, como el mal llamado ministerio de la cultura, quieren y desean convertir el derrame de sangre de un toro indefenso, en un acto difícilmente aceptable como un acto de cultura.

Los defensores de la fiesta taurina no tenían otro argumento de defensa que la de esgrimir, lo que no era comparable, que tampoco podríamos comer ningún tipo de carne, ya que también se sacrificaba el animal. Otros sin embargo enarbolaban la bandera de la libertad en el cual, en un país democrático, no se podría “prohibir” por ser contrario a la libertad de los ciudadanos. Estos últimos no tuvieron en cuenta, o no les interesó saber, que la prohibición se basó en un acto democrático basándose en el voto. Un tercer grupo se fundamentaba en los posibles odios entre Madrid y su periferia. O entre lo español y lo catalán. Lo que tampoco es cierto y carece de sentido, salvo para los extremistas. Por último, un pequeño grupo se quejaba comparativamente por los “correbous,” típicos en algunos pueblos catalanes y no catalanes, en sus fiestas patronales. Sólo decir que es cierto, pero también es cierto que tiene sus días contados, ya que, la prohibición, al maltrato animal no es sólo exclusivo de los toros.

En el siglo XXI, no se puede aceptar el recreo en el sufrimiento de un animal, sea cual sea el animal y la cultura, no puede apoyarse en un hecho sangriento basado en el sufrimiento y en la crueldad. Los circos romanos han pasado a la historia. El nivel cultural de los ciudadanos no puede estar en un festejo mal llamado “Fiesta Nacional” En el que se paga un dinero para ver y observar la muerte lenta de un animal agonizando, llamase toro, llamase pelea de gallos, llamase, correbous.

La libertad de los individuos que formamos la sociedad no está en –no prohibir- si no en – prohibir todo acto antisocial o barbarie que vaya contra la sensibilidad de las personas, como pueden ser los actos que se basan en la tortura, aunque sea a un simple gato.

1 comentario:

Anónimo dijo...

espero por el bien de jordi que después de ver y leer este blog,vea y lea a picasso,hemingway,velazquez,goya,cervantes,etc....y después opine :)