Ni siquiera Ud. Sr. Presidente
Mi querido Jordi, hay cosas que no se entienden y que no se pueden perdonar y me refiero a nuestro incompetente Gobierno de España y por lo que intuyo vamos todos al mismo infierno. El paro sube en proporción a la ineficacia de un gobierno mas preocupado en hostigar al partido de la oposición en vez de buscar remedios frente a la hambruna que se avecina. Mas preocupado en aparentar un falso dominio de la situación que en rodearse de ministros competentes. En fin, que este gobierno tiene los días contados. Su política contradictoria nos lleva a buen seguro al desastre para muchas familias que ya no volverán a ser lo que eran.
No concibo que mientras unos ganan mucho otros no tienen para comer. No acepto la hipocresía política de nuestros gobernantes que dicen estar al lado del trabajador, cuando la realidad es que nuestros ministros, estos mismos que nos llenan la cabeza de frases elocuentes, que van a salvaguardar los intereses de la clase trabajadora utilizan todos los medios a su alcance para aferrase a su sillón y hacer todo lo contrario de lo que debieran hacer. Este populismo barato y de “claque”, nos lleva por la senda de la incapacidad total y aburrida de oír los mismos cánticos celestiales.
Todo es perdonable y cuestionable y todos podemos tener razón incluso dentro de la sin razón, pero cuando alardean de progresismo sobre la base de una nefasta cultura sexual, con ataques esperpénticos a la Iglesia, a la enseñanza, a la educación, entre otras atrocidades es que se ha llegado al limite de la borrachera del poder.
Cuando uno recuerda, paseos con el yate Azor del dictador Franco, o pulsos de poder en el tema Rumasa; el primero como presidente de antaño y el segundo como ministro de economía, casándose a posteriori con la reina de los bombones de la alta sociedad. No son mas que pura demagogia, cuando se habla de la defensa de los trabajadores.
Ni siquiera los sindicatos ofrecen una alternativa constructiva, positiva y de amplio espectro nacional. Estos, no es que no existan, es que ni siquiera se han levantado de la cama.
Cuando un presidente en plena crisis gubernamental tiene a su disposición una banda de cuatreros que están atizando fuego a la oposición en vez de dedicarse a trabajar o cuando se dispone de un presidente que pierde la “cola” por una foto junto a Obama, esposa e hijas incluidos, esto no es una reunión seria de los G-20, esto es la borrachera del poder para aparecer toda la familia junto al mandatario americano. Luego se disfraza, la foto por el tema de las menores, lo cual es completamente incierto; pero independientemente de la tomadura de pelo al ciudadano español, estas niñas, por ser hijas de un presidente debieran estar estudiando en su respectivo colegio público sin distinción de sexo, raza o clase social, y estar sujetas a la normalidad del resto de los mortales. Si además, se mira por el interés de las menores, la solución es fácil. No se pongan al lado de Obama y frente a docenas de fotógrafos. ¿No fueron por una foto?
Todo esto sobra, Sr. Presidente y Ud., lo sabe. La ilusión de hacerse una foto con Obama es muy tentadora, pero debe prevalecer por encima de todo la honradez que pide el ciudadano de a pie, que no entiende que tengamos que pagar de nuestro bolsillo estos elementos incontrolables de orgasmos político-familiares de imagen por una foto. Llevar a su familia a la reunión de G-20 carece de toda responsabilidad y credibilidad, que esta fuera de lugar. Y no me compare con la excusa que también fueron familiares incluidos, otros presidentes españoles, lo cual no es cierto del todo, pues la diferencia es que los anteriores fueron, invitados entre familias, pero nunca en misión de trabajo del calibre de la actual.
La política irreflexiva y de contrariedades es un factor negativo para llevar un país. Hay que saber lo que se dice y estar bien informado antes de decir. El ejemplo de llevar más soldados a Afganistán es contradictorio con las noticias que nos llegan de EE.UU. que estudian retirase. Si al final nos quedaremos solos en la lucha y en ridículo... Como el Quijote y frente a los molinos de viento Pero la cosa es mas seria y nos jugamos el bienestar de toda una nación. Destruir es fácil, volver a reconstruir es una labor de generaciones.
Seamos serios Sr. Presidente. Un país se hace grande con la voluntad, transparencia y honradez y capacidad de sus dirigentes. Pero esta honradez, como en la mujer del Cesar ha de ser demostrada día a día, además de serlo, parecerlo. La capacidad es otro adjetivo que por desgracia brilla por su ausencia. La incapacidad no se puede perdonar y el talante despectivo de sus ministros demuestran no estar a la altura ni de las circunstancias actuales que demanda la sociedad.
No sirve levantar el brazo en base populista, arremangarse la camisa, ponerse unos téjanos y compartir unas sardinas a la brasa con los trabajadores. Los trabajadores están artos de comer sardinas y llevar téjanos. Los trabajadores hoy quieren disfrutar de un “Audi” como el suyo Sr. Presidente y tener un sueldo digno y tener sobre todo esto que Ud, tiene y no lo usa: Trabajo.
Como principal funcionario de la nación que debe estar al servicio del país, se ha olvidado que son los ciudadanos que le pagan el sueldo y si Ud. no es competente, disminuya su sueldo a la mitad.
Pienso que las elecciones están a la vuelta de la esquina y que probablemente Ud., mismo, adelante, antes que lo haga la oposición, pues, ciertas migajas, se reparten en clave política y de voto, como son los aumentos simbólicos y los mensajes sublímales efectuados y dirigidos a los funcionarios y a otros grupos de votantes.
El pueblo español guarda silencio, tiene capacidad de aguante y esto lo ve Ud. día a día. Pero... no se olvide. El pueblo tiene memoria histórica-política.
La capacidad y la honradez es la carencia mas preocupante de nuestros gobernantes actuales. Ni uno, de sus ministros se salva, ni siquiera Ud. Sr. Presidente.
Mi querido Jordi, hay cosas que no se entienden y que no se pueden perdonar y me refiero a nuestro incompetente Gobierno de España y por lo que intuyo vamos todos al mismo infierno. El paro sube en proporción a la ineficacia de un gobierno mas preocupado en hostigar al partido de la oposición en vez de buscar remedios frente a la hambruna que se avecina. Mas preocupado en aparentar un falso dominio de la situación que en rodearse de ministros competentes. En fin, que este gobierno tiene los días contados. Su política contradictoria nos lleva a buen seguro al desastre para muchas familias que ya no volverán a ser lo que eran.
No concibo que mientras unos ganan mucho otros no tienen para comer. No acepto la hipocresía política de nuestros gobernantes que dicen estar al lado del trabajador, cuando la realidad es que nuestros ministros, estos mismos que nos llenan la cabeza de frases elocuentes, que van a salvaguardar los intereses de la clase trabajadora utilizan todos los medios a su alcance para aferrase a su sillón y hacer todo lo contrario de lo que debieran hacer. Este populismo barato y de “claque”, nos lleva por la senda de la incapacidad total y aburrida de oír los mismos cánticos celestiales.
Todo es perdonable y cuestionable y todos podemos tener razón incluso dentro de la sin razón, pero cuando alardean de progresismo sobre la base de una nefasta cultura sexual, con ataques esperpénticos a la Iglesia, a la enseñanza, a la educación, entre otras atrocidades es que se ha llegado al limite de la borrachera del poder.
Cuando uno recuerda, paseos con el yate Azor del dictador Franco, o pulsos de poder en el tema Rumasa; el primero como presidente de antaño y el segundo como ministro de economía, casándose a posteriori con la reina de los bombones de la alta sociedad. No son mas que pura demagogia, cuando se habla de la defensa de los trabajadores.
Ni siquiera los sindicatos ofrecen una alternativa constructiva, positiva y de amplio espectro nacional. Estos, no es que no existan, es que ni siquiera se han levantado de la cama.
Cuando un presidente en plena crisis gubernamental tiene a su disposición una banda de cuatreros que están atizando fuego a la oposición en vez de dedicarse a trabajar o cuando se dispone de un presidente que pierde la “cola” por una foto junto a Obama, esposa e hijas incluidos, esto no es una reunión seria de los G-20, esto es la borrachera del poder para aparecer toda la familia junto al mandatario americano. Luego se disfraza, la foto por el tema de las menores, lo cual es completamente incierto; pero independientemente de la tomadura de pelo al ciudadano español, estas niñas, por ser hijas de un presidente debieran estar estudiando en su respectivo colegio público sin distinción de sexo, raza o clase social, y estar sujetas a la normalidad del resto de los mortales. Si además, se mira por el interés de las menores, la solución es fácil. No se pongan al lado de Obama y frente a docenas de fotógrafos. ¿No fueron por una foto?
Todo esto sobra, Sr. Presidente y Ud., lo sabe. La ilusión de hacerse una foto con Obama es muy tentadora, pero debe prevalecer por encima de todo la honradez que pide el ciudadano de a pie, que no entiende que tengamos que pagar de nuestro bolsillo estos elementos incontrolables de orgasmos político-familiares de imagen por una foto. Llevar a su familia a la reunión de G-20 carece de toda responsabilidad y credibilidad, que esta fuera de lugar. Y no me compare con la excusa que también fueron familiares incluidos, otros presidentes españoles, lo cual no es cierto del todo, pues la diferencia es que los anteriores fueron, invitados entre familias, pero nunca en misión de trabajo del calibre de la actual.
La política irreflexiva y de contrariedades es un factor negativo para llevar un país. Hay que saber lo que se dice y estar bien informado antes de decir. El ejemplo de llevar más soldados a Afganistán es contradictorio con las noticias que nos llegan de EE.UU. que estudian retirase. Si al final nos quedaremos solos en la lucha y en ridículo... Como el Quijote y frente a los molinos de viento Pero la cosa es mas seria y nos jugamos el bienestar de toda una nación. Destruir es fácil, volver a reconstruir es una labor de generaciones.
Seamos serios Sr. Presidente. Un país se hace grande con la voluntad, transparencia y honradez y capacidad de sus dirigentes. Pero esta honradez, como en la mujer del Cesar ha de ser demostrada día a día, además de serlo, parecerlo. La capacidad es otro adjetivo que por desgracia brilla por su ausencia. La incapacidad no se puede perdonar y el talante despectivo de sus ministros demuestran no estar a la altura ni de las circunstancias actuales que demanda la sociedad.
No sirve levantar el brazo en base populista, arremangarse la camisa, ponerse unos téjanos y compartir unas sardinas a la brasa con los trabajadores. Los trabajadores están artos de comer sardinas y llevar téjanos. Los trabajadores hoy quieren disfrutar de un “Audi” como el suyo Sr. Presidente y tener un sueldo digno y tener sobre todo esto que Ud, tiene y no lo usa: Trabajo.
Como principal funcionario de la nación que debe estar al servicio del país, se ha olvidado que son los ciudadanos que le pagan el sueldo y si Ud. no es competente, disminuya su sueldo a la mitad.
Pienso que las elecciones están a la vuelta de la esquina y que probablemente Ud., mismo, adelante, antes que lo haga la oposición, pues, ciertas migajas, se reparten en clave política y de voto, como son los aumentos simbólicos y los mensajes sublímales efectuados y dirigidos a los funcionarios y a otros grupos de votantes.
El pueblo español guarda silencio, tiene capacidad de aguante y esto lo ve Ud. día a día. Pero... no se olvide. El pueblo tiene memoria histórica-política.
La capacidad y la honradez es la carencia mas preocupante de nuestros gobernantes actuales. Ni uno, de sus ministros se salva, ni siquiera Ud. Sr. Presidente.
1 comentario:
Sabes, yo soy de la idea que la politica corrompe, uno entra con aire fresco, con ganas de cambiar el mundo, yo lo creo. Pero cuando llega allí, todo esta ya establecido, y sabes que si quiere quedarte te tienes que callar, aunque no se beneficie, si quiere quedarse tendra que seguir el juego. A ellos no les importa jugar con nuestras vidas, somos tan solo numeros. UN saludo
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