viernes, 15 de mayo de 2009

SEXO, POLITICA Y MENTIRAS


Vivimos en la época de las mentiras políticas y el retorno de las libertades amenazadas. El estado omnipresente se otorga el derecho de decisión sobre los hijos marginando la tutela natural que corresponde a los padres. Ahora es el estado que decide lo bueno o lo malo que corresponde a nuestros hijos. El estado es quien bajo un falso manto proteccionista está inmiscuyéndose en la vida de los ciudadanos, arrebantándoles por ley, lo que debe ser indiscutible, por naturaleza humana, familiar y si es preciso, por genética, el derecho de los padres.

La libertad individual y familiar está en un proceso inequívoco de retroceso solo comparable a las épocas dictatoriales. Los problemas sociales no se solucionan bajo el prisma de buscar los elementos necesarios de mitigar o encauzar la conducta humana. No se buscan soluciones y se converge, sin ningún tipo de reflexión, a una simple pastilla es la panacea para los embarazos infantiles, que a partir de los 16 años no precisan para nada a sus padres. Disponen de libertad sexual para todo y todos. Esto es el bienestar sexual de los españoles. Las responsabilidades paternas las asume el estado, (menos los impuestos). Y aquí se termina el problema. Esta es la capacidad, ciega y obtusa de los gobernantes españoles. La falsa moral par un puñado de votos.

A los dieciséis años nuestras hijas pueden abortar con una simple pastilla. La conciencia está servida y la inmoralidad también. ¿De qué sirve que nuestros hijos vayan a la escuela?

¿No fue el estado que introdujo en las escuelas, la correspondiente asignatura sobre el sexo? ¿No es el estado que anuncia spots televisivos indicando, que los adolescentes deben utilizar el preservativo para evitar embarazos? ¿Qué función deben desempeñar los padres?

La diferencia entre un ser humano y un animal está en el razonamiento. Nos distinguimos porque razonamos y actuamos o deberíamos actuar en prevenir actos que podemos modificar antes que surgan problemas. Evitarlos es consecuencia de una reflexión. Solucionar por una simple pastilla evitando el razonamiento el porque se ha llegado a este extremos nos debe hacer pensar que algo estamos haciendo mal.








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