sábado, 3 de enero de 2009

VIOLENCIA SEXISTA Y JUECES ABORREGADOS


Terminamos el 2008 con datos escalofriantes sobre un tema tan real y complejo como es el tema de la violencia sexista. Muy complejo, real, espinoso y con muchas lecturas; aunque si es cierto que por mas lecturas sobre el referido tema, el fondo, con o sin matices es real.


La responsabilidad la tenemos todos, pero que no pasa por poner a los maltratadores una pulsera electrónica o un collarín. No, desde luego que no. Son respuestas de la época de la inquisición, de la caza de brujas, de las hogueras. Medio millón de maltratadores según ciertos medios de comunicación son los que existen en España. Medio millón de collarines o pulseras, para controlar todo un ejercito de criminales que andan a sus anchas. Al menos, la triste imagen que damos.


La violencia de género, no se resuelve por unas pulseras electrónicas, si acaso, lo que hará es aumentarlas como estamos viendo recientemente y seguirá aumentando, porque la respuesta está lejos de ser justa, equilibrada y sensata y no se ciñe a las directrices de un país civilizado. Se fomenta la injusticia a través de unos jueces aborregados, sin personalidad ni criterio, por parte de unos y de las otros, en una persecución indiscriminada, irracional y vengativa sobre el varón.


Por este camino, se aumentará los casos de violencia maxista y se da bula de libertad al otro sexo para que haga las denuncias falsas que mas le convengan. Está protegida por la ley.


Los hombres son los malos y las mujeres son las buenas es una atrocidad que se está cometiendo día a día en todos los juzgados de nuestro queridísimo país llamado España. Se criminaliza la violencia de género unilateral y se absuelve a una madre que trocea a sus hijos y los pone en un congelador. El primer caso, sin saber si es real es condenado, en el segundo se resuelve con un psicólogo.


No hay que perder la realidad de fondo. La existencia del maltratador y que las mujeres están sufriendo en sus propias carnes, violencia física y mental. Pero no olvidemos que muchos hombres, en silencio, está sufriendo el acoso constante y psicológico que no deja señales en sus cuerpos, pero si, en sus mentes, llegando al suicidio o a cometer una barbaridad por que la justicia se ha convertido en una verdulería de barrio y algunos colectivos de abogados en mercenarios.


La respuesta y así lo comento en otros artículos de mi blog, no pasa por los tribunales de justicia, ni por pulseras electrónicas. Pasa por la responsabilidad y educación de los padres, pasa por la responsabilidad y respeto en las escuelas, pasa por gabinetes de psicología y psiquiatría familiar. Pasa por una educación social y de respeto en todos los ámbitos de la sociedad. Pasa por una justicia sin revanchas. Pasa en convertir los juzgados de violencia de género, que es una vergüenza política y social en gabinetes de ayuda psicológica y familiar. Pasa por un pleno empleo. Pasa por una guarda compartida de los hijos. Pasa por unas pensiones limitadas para las madres y lo mismo con los hijos mayores de edad. Pasa por una vivienda limitada en el tiempo para la mujer, como sucede en Francia. Pasa para que no le tomen el pelo a la justicia. Pasa por erradicar las denuncias falsas de maltrato. Pasa por evitar y penalizar la utilización de los hijos contra unos y otros. Pasa por el respeto a los hijos. Pasa por fomentar una sociedad de valores. Una escuela de valores. Unos entes públicos de valores. Una familia con valores.



Querido Jordi, termino este artículo, pues, todo se termina y que alguien coja la antorcha; pues el silencio no es mas que la cobardía continua y en nuestro país hay demasiados silencios. Mi madre no tuvo que enseñarme como tratar a las mujeres, era instintivo y natural, pues la violencia, en mi ámbito era un elemento desconocido. No tuve que realizar ningún esfuerzo por respetar a las mujeres, ni se me enseñó a discriminar a los seres humanos, ni por su color, ni por su ideología , ni por su economía. Nací de vientre de madre, esto si, con unos valores en la familia y en la escuela. Valores que no puedo ni quiero renunciar, porque forman parte de mi persona.



Me equivoqué en mi primer matrimonio, con una hija adoptada que me denunció de malos tratos, fuí robado; soporté muchas injurias y aún estoy padeciendo la lacra de un desdichado matrimonio que no termina nunca de romperse. Manipulación de la hija y tantas otras cosas. por ello te digo que los jueces son unos esperpentos de la sociedad que mas valdría estuvieran en el campo recogiendo lechugas, pero claro esto no se puede decir, como tantas cosas que uno debe callar. No por ello, he tenido que renunciar a un segundo matrimonio en el cual has nacido como un milagro de la creación y comprobar lo que yo ya sabia de antemano: no todas las mujeres son iguales, como, no todos los hombres son iguales. Hay que hablar de personas, de madres y padres. No se puede aceptar las feministas radicales que negocian con los sentimientos y destilan odio por tadas partes. Ni abogados sin escrúpulos que son mercenarios y jueces que son la principal fuente de terrorismo familiar.



¿Los fiscales? Los fiscales estan amparados en la cobardía igual que los jueces. No se mojan. Dejaron hace años la defensa de la justicia y se dejan llevar por los radicalismos, para evitar complicaciones. Son simplemente un colectivo de cobardes en una gran mayoria de ellos.



Las feministas, el negocio del siglo apoyados por los políticos para obtener mas votantes. Y ellas para obtener mas pensiones, mas dinero, mas propiedades.



¿Jueces y fiscales honrados?., Los hay y son eclipsados por sus mismos compañeros de profesión.

¿Mujeres maltratadas? Es una realidad y también hombres maltratados.

¿Abogados?. Un negocio en los temas familiares. Adios a la honradez. Un colectivo que carece de voz propia.

¿Pulseras? Una verguenza colectiva y social que no sabe o no quiere resolver los problemas desde la base

¿Juzgados de violencia? Mazmorras para los padres desquiciados que se les arrebata con violencia a sus hijos.

¿Los hijos?. Es el fondo de la hipocresía. Todo el mundo habla de ello.- A Jueces y fiscales les importa un pimiento. A las madres, escudo de chantaje para obtener beneficios.

¿Falsas denuncias? Bien aceptado por jueces y fiscales. Una lacra autorizada, permitida y apoyada por derecho y ley.

Bueno, amigo Jordi, así está el patio. Podíamos continuar. Siempre con el debido respeto. Anque a veces es dificil mantener esta línea y las cosas se deben decir en voz baja, con letra pequeña y reteniendo los adjetivos, disfrazando las palabras y escondiendo los sentimientos, porque al fin y al cabo, yo tambien soy un cobarde.



























































2 comentarios:

Anónimo dijo...

Su comentario es muy acertado, en general. Sólo le sobran algunos adjetivos que se prodría haber ahorrado usted. El tratamiento que la justicia da a la violencia de género es, aproximadamente, el que usted describe, dicho sea en términos generales, porque siempre hay algunas excepciones. Y admita también que algunos hombres son auténticos delincuentes con las mujeres, que también los hay.
Se lo dice quien ha sido juez de violencia de género.

CARTAS A MI HIJO JORDI dijo...

Estoy de acuerdo con Ud.Que algunos de los adjetivos empleados en mi artículo sobran; pero la rabia contenida, -no odio- el dolor y la decepción sobre los juicios por temas familiares, la injusticia sufrida de muchos ciudadanos que pierden a sus hijos de por vida, sus propiedades, etc, es grave, muy grave. Lo primero son simples adjetivos, lo segundo es llevar a muchas personas a pensar seriamente que la única salida que se tiene es el suicidio. Yo soy uno de ellos. Nadie sabe el dolor de la pérdida de los hijos o su utilización para obtener partidas adineradas.
También tiene ud, toda la razón de que existen delincuentes con las mujeres, los hay y los habrá, pero para esto existe la ley. También me apena estas mujeres que sufren en silencio los dolores físicos o psicológicos de su pareja.Son tambien delincuentes contra la sociedad.
En cada mujer maltratada, tenemos que ver a nuestra propia madre.
Pero no hagamos, me refiero a los jueces y fiscales una falsa bandera de heroismo basado en una hipocresia y paranoia colectiva juzgando a todos por un igual. El ciudadano quiere unos juzgados competentes, eficaces y muy profesionales. Con personalidad propia e independencia de criterios sociales y políticos.
Le gradezco su opinión, por el coraje y la valentía de sus líneas. Me gustaria que muchos jueces y fiscales, aunque sea anónimo, colaboren y expresen su opinión como Ud. ha hecho.Gracias.