domingo, 3 de agosto de 2008

Ya no te amo

Que frágil es el ser humano en los conceptos del amor. Se está aceptando como una cosa normal romper años de convivencia para que un día, uno de los cónyuges despierte y dirigiéndose al otro le espete en pleno rostro : ya no te quiero o he dejado de amarte o me he dado cuenta que no te amo o bien : El amor se ha acabado. Así de sencillo y todo por el sencillo pensamiento de que los seres humanos debemos anteponer nuestro equilibrio ante todo, la libertad de las ideas, el egoísmo, el capricho,. ¿Entonces porque nos casamos? ¿Porqué formamos pareja? ¿Para qué tenemos hijos? ¿Por qué formamos un hogar? ¿Porque actuamos con doble moralidad? ¿Inmadurez? ¿despotismo? Cualquier cosa puede servirnos para romper una relación y ni siquiera esto hace falta.

Pienso que es una hipocresía individual y colectiva lo que está sucediendo en la actualidad, potenciada por los elementos culturales mal dicho se de paso, por los entes públicos que nos ofrecen día a día, muestras constantes, de rupturas matrimoniales lo cual hace que la mujer se la vea como avanzada y barnizada de modernidad y al hombre un desaguisado que va de hembra en hembra y de copa en copa demostrando que está mas cerca de los gorilas de la selva que de su estatus de humanoide. Y la mujer abandona lo que por naturaleza y esencia le otorga la naturaleza.

Quizás sea hora de averiguar los motivos reales de estos falsos compromisos o engaños amorosos. La libertad de uno no puede basarse en la esclavitud del otro o simplemente en el engaño. ¿inmadurez?

Quizás no sabemos valorar en su justa medida y en su profundidad los reclamos que otorga la convivencia de una pareja sorteando día a día los peligros de la vida y gozando como si fuera una eterna primavera con los goces y la exploración de nuestras parejas respectivas, la seguridad que otorga la convivencia en el reparto de las ideas y los roles que la designa a cada uno de ellos en base de la complementariedad.

No tenemos que caer el los tópicos continuos de que, en la actualidad la convivencia es difícil. Digamos que la convivencia es fácil, si las parejas son sinceras desde el principio y no se pierden con la intrusión de terceras personas.

Los adelantos tecnológicos ofrecen sin lugar a dudas nuevos cauces para las persona que basan su vida de pareja en la falta de sinceridad o de la doble moral. Disponemos de artilugios que esconden nuestra personalidad, nuestra autentica personalidad o mejor dicho, nos cubren la identidad. Nos la esconden con, señas, contraseñas, password con un sin fin de números y letras y través de ellos podemos contactar con otros en el todo, con el todo y por el todo y para todo. Así de fácil. Podemos contactar en correos privados a través de Internet, móviles con ocultación de identidad, el campo de artilugios no es complicado, lo complicado es el ser humano, su falta de respeto y su personalidad endeble y de falta de madurez, por esto, algunas parejas llegan a levantarse por la mañana para decir : El amor se ha acabado, creyendo entrar en la órbita de la modernidad. Quizás el amor murió antes de empezar, quizás nunca existió, quizás no existe. ¿utopia?.

Pienso, que existe, pero hay que saberlo buscarlo y cuidarlo.

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